Detrás del visillo que mece el aire, despierta la calle de su letargo estival.
El calendario dice que aún no es verano pero la piel transpira como si lo fuera.
Me recogería el pelo para sentir la brisa en el cuello, sin embargo, me gusta tanto que tus dedos se pierdan en él, que aquí está, enmarañado y rebelde.
Báñame en la cascada de tu ombligo y hazme un vestido de burbujas transparentes. Anuda con tus dedos mis tobillos y abraza mi cintura con tu cuerpo. Riega mis poros con tus besos de agua y haz brotar los frutos de todas las estaciones.
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