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jueves, 29 de mayo de 2014

VERDADES DE CAMUFLAJE

Un pequeño ratón que se había instalado en la casa le recordó, que no hay soledad más difícil de sacudirse, que aquella que se siente cuando hay gente por todos los lados. ¿Por qué se lo recordó el ratón?
Quién sabe. La mente humana tiene tantos escondrijos que es difícil a veces dar una respuesta, incluso a veces creyendo que es esa,  no es la verdadera respuesta, es solo un vestido de camuflaje para pasar desapercibido ante los ojos de los que te escudriñan.
El ratón vino y la encontró delante de un montón de tareas que debía hacer y qué no sabía por donde empezar. Sus ojos, empequeñecidos por el tiempo miraban a un lado y otro, como si por mirar más intensamente las cosas pudieran resolverse solas.
Luego, enfrentándose,  uno a uno,con aquellos gigantes de su miedo, los derrotó empleando la mejor arma, su amor.
Se acostó, exhausta pero feliz y cuando estaba en el mejor de los sueños, o en el peor, porque una serpiente se tragaba a un gato montés, un ruido persistente en la pared de su dormitorio la despertó. Se quedó muy quieta, tanto que se le agarrotaron los músculos de las piernas. Lo único que se movía en ella eran sus orejas, tratando de descubrir la procedencia del ruido. En un duerme vela agotador sintió como si algo o alguien pasara por encima de ella: la serpiente, el gato montés o la brisa de la noche de primavera. Saltó esta vez sin pudor sobre la cama al tiempo que encendía la luz. Su corazón agitado se quedó a esperar al sueño, que llegó cuando el sol hacía su entrada triunfal a través de las rendijas de la persiana. Hora de levantarse.
Casi sonámbula fue a la ducha y allí en el suelo vio unos pequeños excrementos de color negro y con forma de grano de arroz.
Un ratón.
Un ratón y ella.
Frente a frente. No había nadie más.
Lloró, pero no supo por qué. Contó que lloraba porque le daba pena tener que deshacerse del ratón,.
La verdad quizá fuese otra.
La soledad puede arrancar más lágrimas que el miedo y la pena juntos.


domingo, 25 de mayo de 2014

COMUNIÓN

Sentados sobre la vieja escalera pedíamos una señal al cielo. Una ola llena de aire se acercó hasta nuestros pies y los cubrió. Permanecimos en el mismo agua y sentimos como nos inundaba la vida.

jueves, 22 de mayo de 2014

HAZME UN SITIO A TU LADO



Apenas cogí unas cajas y bajé las escaleras. Nadie salió a la puerta porque seguramente hubieran preferido cerrarla y que nada, nada, ni una caja saliera delante ni detrás de mi.
En la ventana tampoco estaban, siempre estaban cuando bajaba las escaleras sin embargo en esos días ni siquiera las macetas se expresaron.
No miré atrás, o si, miré pero enseguida me volví cuando vi que tendría que emprender sola el camino.
Al girar la esquina una mueca sonriente se posó en mi cara. ¿Sería mia o solo me la prestaron por unos dias?
Se hizo de noche y solo eran las cuatro de la tarde.

Al cabo del tiempo, devolví la sonrisa y me hice cargo de la mía. A la ventana no volvió a asomarse nadie más de la misma forma que antaño. El timbre esperaba una mano, una voz que no llegó.
No hay penas si a través del aire puede llegar un tono y un timbre de voz. No hay penas si una instantánea te deja vivir un segundo en ese rincón que sigues sintiendo tuyo.

RODAR Y GIRAR

Rueda la vida como la pescadilla que se muerde la cola. Gira la música alrededor de mi cuerpo y bailando conmigo me envuelve. Cuando escucho esta canción aparto todo lo que tengo a mano y vibro y giro con ella, indefinidamente, hipnotizada por sus notas y por lo que significan. No necesito abrir los ojos para danzar. No hace falta que los abra para verte. Extiendo los brazos y sobrevuelo la Tierra que es lo mismo que abrazarte en la tarde callada. Despego mis pies del suelo para encontrarte y una corte de nubes me ayudan a elevarme.
Rueda la vida y giro incansable contra viento y marea. La sal ha cubierto mis labios de una fina película blanquecina y sabrosa. La espuma del mar se ha enredado en mis tobillos. Mi pelo inquieto pretende enredarse en tu cuello.
Rueda la vida. Giran las manecillas del reloj. Has llegado.

martes, 20 de mayo de 2014

COEDUCATIVA

Hablaron de mujeres, todo el tiempo hablaron de mujeres. Las que habían estado a la sombra de los hombres y de las que no se había reconocido su valor. Las que vivieron en épocas de desvalorización del sexo femenino quedando arrinconados sus logros. Las que fueron y son cruelmente maltratadas físicamente. Las que hacen un trabajo silencioso en sus casas y nadie les reconoce el mérito...
Tanto hablaron de mujeres que pensé que me había equivocado de lugar. Miré mi carpeta y comprobé que la fecha, la hora y el lugar coincidían...¿entonces? ¿porque no se hablaba de lo que significa COEDUCAR? sobre todo para que no tenga que haber mujeres a la sombra ni tampoco hombres, para que a todos se les reconozcan sus méritos y sus aportaciones, para que el trabajo silencioso sea a dos voces y sobre todo para que se pueda quitar del diccionario y de la vida el maltrato en toda su extensión.


domingo, 18 de mayo de 2014

LA SÁBANA

Una melodía. Tu cuerpo cálido. Besos. Risas. Caricias. Abrazos. Susurros. Palabras. La luna.

Nunca pensó Urminda que aquella sábana que ella misma bordó para su ajuar acabaría por estrenarse seis décadas después. Una sábana de algodón egipcio, blanquísima, cálida, engalanada con festones recortados a mano y flores de hilo del mismo color, bordadas con mimo y entusiasmo. Una sábana que guardó y día tras día permaneció en un arcón centenario.
Será para mejor ocasión, decía volviendo a guardarla cada vez que iba por fin a atreverse a sacarla de su escondrijo.
No le pareció que pudiera llegar mejor ocasión que aquella en la que su hija, visiblemente emocionada, le dijo que compartiría su vida con el hombre que la amaba.
Antes de entregársela, Urminda puso todo su afán en explicarle como debía cuidarla mientras su hija permanecía sonriente, con las manos extendidas, a la espera de que tan preciado regalo llegase a su lecho.
Acostumbrada como estaba la sábana a permanecer en el silencio y la oscuridad, se expandió con el vaivén de los amantes y los envolvió completamente para que la intimidad no transcendiera las paredes de su dormitorio, mientras sus almas se amaban.
Después de la danza amorosa la sábana permanecía impoluta, como recién colocada. Era
tan apasionante formar parte de su juego de enamorados que cada noche los invitaba, con su blancura y su calidez, a reposar sobre ella.
No hacían más que envolverse en ella y sus pies comenzaban a buscarse en un intento de intercambiar calor y ternura, acto seguido, sus cuerpos, muy próximos el uno al otro, se anudaban sin dificultad, para después permanecer toda la noche dormidos y libres sobre la anciana sábana de algodón que renacía cada día durante el sueño de los enamorados.


martes, 13 de mayo de 2014

LA MADRE

Con los ojos cerrados sé el camino hasta tu cama. Te besaré durante la noche para que te sientas reconfortado como cuando eras un niño.
Con mi mano sobre tu frente ahuyentaré la fiebre y el miedo. No habrá nada que rompa el silencio y la calma.
Con los ojos cerrados sé el camino hasta tu corazón. No temas y sueña con un balancín de caballo sobre el que saltar todos los obstáculos.
Con los ojos cerrados sé el camino de vuelta, ese que no necesito desandar porque ya estoy contigo.

lunes, 12 de mayo de 2014

RECEPTORES SENSORIALES

Cada día se desviaba del camino y nunca llegaba a la escuela, prefería sentarse a esperar bajo un árbol y extraer con su navaja, figuras de las ramas caídas.
El primer día que llegó a aquel río, no imaginaba ni por un momento la sorpresa que le esperaba. El sonido de unas risas cantarinas lo puso alerta, no sabía a qué venía tanta algarabía. Se tiró al suelo como un estratega, para ver sin ser visto.
Diez o doce mujeres jóvenes que portaban grandes cestos de mimbre se pararon a poca distancia de donde el chico permanecía inmóvil.
Las camisas de un blanco reluciente arremangadas hasta los codos, las faldas recogidas, dejando a la vista los muslos prietos, tostados.
Sus brazos en un vaivén rítmico provocando el cimbrear insinuante de sus pechos y las sábanas, arrastradas por la corriente fluvial, pugnando por escapar, sin conseguirlo, de sus manos recias.
De vez en cuando un descanso para anudar con pañuelos floreados sus melenas diversas.
Risas y palabras, a veces prohibidas, llegaban hasta el chico en un susurro pecaminoso llenando sus oídos de excitación y placer.
Ellas no podían imaginar que muy cerca, un naufrago vivía su sueño en aquella  particular  isla.


domingo, 11 de mayo de 2014

AHORA

Hace unas horas estábamos aquí sentados uno al lado del otro. Tu brazo junto al mío, nuestras bocas frente a frente, de espaldas a lo ajeno. Tan cerca estábamos que nuestros ojos eran bruma y nuestro pelo una trenza de hebras bicolor. Ahora que no estás te has quedado en la voz de de esta melodía, por eso subo el volumen, para amplificar tu presencia.
Mientras los dedos se desplazan por las teclas de un piano bajas las escaleras y me buscas con tu mirada o quizá soy yo la que te encuentro.
Nos besamos en el último peldaño justo en esa parte en que queda casi mudo el instrumento, sin embargo, la voz resuena llenando mis oídos de tu silencio risueño.