Traduciendo los sentimientos

domingo, 30 de enero de 2011

Las imágenes del recuerdo

Hacía un sol espléndido, no se podía desperdiciar la mañana.
Encontré la puerta de entrada y me asomé al patio, que por supuesto no estaba como lo recordaba, su estado "salvaje" ha sido sustituido por un bonito patio acorde con el entorno. Entré, intenté recordar en qué lugar nos poníamos a escuchar esos conciertos, la memoria no me ha permitido centrarme al cien por cien, pero no importa, eso es lo bello de los recuerdos: la esencia permanecía allí, intacta, inocente, sonriente y llena de vida.
He pasado un buen rato sentada en un banco, estaba inquieta porque veía en el movimiento de las personas que iban a cerrarlo al público, por hoy, de un momento a otro. He salido queriendo quedarme un poco más, pero como en aquella otra ocasión, llego el momento de abandonar el lugar y lo he hecho no sin antes, traer este testimonio en imágenes y palabras.

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