Traduciendo los sentimientos

lunes, 8 de agosto de 2011

LA ESCALERA DE COLOR

Varios días ya con el puñeterito dolor en la garganta. Antibióticos no hacen falta porque no está ni siquiera muy roja. Los oídos que también están dando lo suyo, están bien, dice el doctor... toda yo estoy perfecta pero... ¡me duelen!
Miro a un lado y otro de la casa y está todo lleno de cajas y bolsas que contienen a su vez otras cajas y bolsas, además de libros, ropa y otras zarandajas que he ido acumulando en estos años de vivencias en esta tierra de la que ya contaba antes cómo de calurosa y agobiante es cuando dice el sol ¡aquí estoy, vamos a freír un huevo en la acera!
Pues me está pareciendo ya que esta congestión que siento es la somatización de la incertidumbre que se cierne sobre mi por el hecho de tener que cambiar en breve de paisaje.
Pero cómo ¿es que no estaba contenta?
Pues claro que lo estoy pero... ¿es que todo tiene que ser blanco o negro? me parece a mi que hay toda una escalera de color en el medio ¿o qué?
Me hace mucha gracia o mejor, admiro mucho a las personas que lo ven todo muy simple porque en realidad todo debería ser así, muy simple, pero da la casualidad que siempre he sido yo, exageradamente sensible y hete aquí que me muevo muy bien sobre la cuerda de ese muestrario colorido, unas veces inclinada hacia los cálidos y otras hacia los tonos más fríos. Menos mal que me muevo muy bien ¿verdad? Todo superable entonces.
Qué levante la mano ese tan valiente que sea capaz de cambiar de un plumazo el decorado de su vida sin sentir ni un ápice de inquietud.
Qué levante la mano áquel que en su vida haya conseguido el logro de reunir todo lo que quiere en un espacio asequible sin tener que desprenderse de ninguno de sus afectos.
Ah, ¿que está el teléfono?, claro y ¿también internet?, claro, y el correo ordinario, no te digo pero, y ¿el calor de los ojos que se miran y se entienden? ¿ y la palabra que arranca una sonrisa que puedes ver? ¿y el contacto de la piel que se estrecha en un abrazo de complicidad?
Claro, eso lo tengo asegurado en la nueva tierra pero... faltarán otros importantes o no podrán ser tan habituales.
Este es el motivo por el que siempre, al menos en mi vida, hay una escalera de color y no todo es blanco o negro y... lo prefiero así, tanta simplicidad, tan poco colorido ¿como puedo nutrirme con tan escasos matices?

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