Traduciendo los sentimientos

miércoles, 9 de septiembre de 2015

EL INVIERNO NOS SALVÓ

Él se fue al trabajo y se olvidó de besarla. Ella se acostumbró a la ausencia de sus besos y siguió durmiendo.
Él se extrañó de que ella no le sirviera el café pero acabó acostumbrándose y aprovechó para leer tranquilamente las noticias.
Él pensó que bien podía tomar una cerveza con compañeros al salir del trabajo. Ella miró el reloj y no lo esperó para comer.
El día que él llegaba a tiempo a ella parecía importunarle. Él, estaba deseando que llegaran las fiestas para tener alguna comida extra con los compañeros.
Él se quedó en casa mientras ella iba a la compra. Ella fue a la peluquería cuando él quiso pasear. Él se fue a la cama mucho antes porque ella se había quedado hablando con una amiga. Ella se había quedado hablando con su amiga porque no quería compartir las caricias con él.
Él anhelaba las caricias pero todo lo demás le parecía una trampa.
Ella anhelaba todo lo demás, las caricias le sabían a chantaje.

Dos desconocidos se sentaron a la mesa. En silencio miraban las noticias. La puerta se abrió y un viento helado se apoderó de sus cuerpos. La nieve, adentrándose en las cuencas de los ojos, los lavó y les devolvió la inocencia, allí se encontraron, en el mismo lugar donde se habían conocido. Poco a poco el calor del pasado derritió la escarcha del presente y de un verde renacido, resurgió el futuro.


                                      (Dedicado a todas las parejas que aún pueden rehabilitar su amor)






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