Traduciendo los sentimientos
domingo, 8 de marzo de 2009
mirando al este
el armadillo esta triste.
hace varios dias que me ve teclear y teclear.
hace dias que mis pies no se descalzan al anochecer lo que significa y el lo sabe, que no saldremos a ver en que ventanas hay luz, para apoyarnos en el alfeizar y hacer guiños cariñosos a las personas que alli viven.
asi conocimos a multitud de personajes maravillosos unos,entrañables otros, y bueno... otros... a los que jamas volvimos a visitar.
él se sienta frente a mi y cuando percibe que la hora llega y que yo no me muevo de mi silla, se encoge y se hace pequeño, sus puas se aplanan contra su piel.
me levanto entonces y lo acaricio y le susurro al oido, ¿no ves que ya no necesito volar? ¿no ves que me paso algo magico que hace que mi vida sea preciosa?
¿pero y tu alma inquieta? ¿y tus pies descalzos? me dice apenado.
aqui estan le digo y si te causa tanta tristeza no salir, ven mira, ¿ves esa luna? esta noche, sobre las doce, elevaremos el vuelo, con mi vestido blanco y mis pies descalzos, a tu lado , para agarrarme a tus puas si desfallezco, volaremos e iremos a visitar a esos amigos que seguro se alegran de nuestro retorno, pero mira, te dire una cosa: hoy iremos, pero creo que si quieres quedarte conmigo debes acostumbrarte a que mi alma solo vuela ya en una direccion, la direccion del Este.
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