Traduciendo los sentimientos

domingo, 14 de diciembre de 2014

PAZ Y AMOR

Aunque las flores no suelo ponérmelas en la boca. Aunque no haya césped sobre el que recostarme. Aunque no llevo un símbolo colgado al cuello, ni visto camisetas de colores degradados y letras con mensaje. Aunque a veces no la practico tanto como quisiera, os deseo a vosotros la PAZ, esa de la que estamos desprovistos en el día a día. La PAZ del corazón, del discurrir de las cosas cotidianas, la PAZ que se ve de lejos cuando de verdad es sentida. La que rezuma por la piel y la que se siente sin reivindicaciones de pechos desnudos. La PAZ con mayúsculas, no porque sea Navidad, que aún no es. Simplemente porque todo con PAZ es más bello y se respira con otro talante, un talante que contagia.
Da PAZ, vive PAZ.

Luego sonó al teléfono, y la PAZ brotó de su voz.

martes, 9 de diciembre de 2014

SOMBRA Y LUZ

No es la soledad lo que me ocupa y me preocupa. Muchas veces me sentí  la más sola estando rodeada. 
Que me faltara la luz, la risa y los besos, eso es lo que a veces ensombrece los segundos que dura el pensamiento.
De la mano paseamos por una plaza grande, cuadrada y sin fuente; es raro, caminar de la mano no es lo raro, lo es el que no haya una fuente.
Nos miramos y, bajo los cristales de tus gafas y las mías, nuestros ojos relucen chispeantes. 
Cómo me gusta la vida mientras te aferras a mi cintura y me transportas...y luego, más tarde, enredada en tu cuerpo, el sentimiento se expande y se escapa, elevándose por encima de nuestras cabezas ajenas y sobreexcitadas.
No es la soledad, no, es no poder estrecharte en ese segundo en el que el pensamiento vuela más rápido que las palabras. Eso es lo que me lleva a mirar a la puerta, para ver si hoy también se abre y apareces.

miércoles, 3 de diciembre de 2014

LUZ SOBRENATURAL

Nunca un castillo se caracterizó por su luminosidad, sin embargo, la luz se abre paso entre las vidrieras cuando los visitamos juntos. Cada aldaba y cada portalón, cada dintel y cada jamba, cada bóveda y cada columna, cada alfeizar y cada arriate. Todo se presenta nuevo y lleno de vida ante nuestros ojos analfabetos de historia.
Apoyados en el quicio de la
puerta nos besamos y luego, de la mano, emprendemos el camino hacia el siguiente.

AJENOS Y LIBRES

Una bata blanca se apropió de su intimidad. Desde entonces, la bolsa de pastillas presidió los almuerzos, las meriendas y las cenas. Una roja, otra rosa. Una blanca y otra efervescente.
- Eso es lo que nos toca- dijo ella con sus ojillos chispeantes- el cuerpo nos ha jugado una mala pasada y ni siquiera hemos tenido tiempo para hacernos a la idea.
- Toma este pincel- le dijo él con cariño- anda, sigue pintando cosas hermosas.
Su mano temblorosa garabateó una nube sobre la que ambos, tumbados, reían como niños. Sus almas, intactas, escapaba poco a poco de su cuerpo.
-Qué sensación de libertad ¿verdad?
- ¡Inigualable!