Tengo un plan de plastilina, porque en los tiempos que corren, planes de otro material no se pueden hacer. El papel del dinero es casi inaccesible y de color desvaído.
Tengo un plan, de plastilina en la forma pero sólido en el fondo. Podrán las circunstancias doblarlo y hasta quebrarlo si ponen tanto empeño, pero ahí está la magia de mi plan, siempre podré reconstruirlo, convirtiéndose, con los obstáculos, en uno más sólido y desinteresado.
Aprenderé las fórmulas para hacerlo resistente. Pensaré en la forma de mantener su valor, y mientras duermo soñaré en la manera de que ningún "lobo" venga, con sus soplidos, a probar su estabilidad.
Tengo un plan de plastilina que me hace vivir cada día porque lejos de ser rígido se adapta a la necesidad de las horas.
Es mi plan. Me gusta su color y su estilo. Tiene carisma y tiene título. No es un plan a fondo perdido y lo podré rescatar cuando quiera. Mi plan está muy vivo y lleno de sueños. Lo cuido con esmero y lo alimento cada día. Se llama amor y puede tener todas las formas que yo quiero, que para eso lo moldeo cada día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario