Traduciendo los sentimientos

martes, 5 de marzo de 2013

EL ÁRBOL DE LA VIDA

Reían despreocupados mientras se llevaban a la boca la taza. Por delante un futuro azul inmenso se reflejaba en sus ojos jóvenes y brillantes. Sus pies inquietos recorrían la mesa de aquel bar donde los vasos se apilaban sobre una mesa pequeña y alta. Un papel con calentitos presidía la reunión. Mientras el papel se quedaba solo sobre la mesa, la imaginación volaba en pos de un sueño. Abrazos, besos y buenos deseos colmaron de sol la mañana lluviosa de marzo.

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