Se adoptaron mutuamente. Él extrañaba una madre. Ella tenía muchos consejos que ofrecer.
Acordaron reunirse cada tarde en el jardín de la casa y, mientras las notas musicales atravesaban los visillos de color café y las campánulas se abrían a la nueva temporada, él descubría un mundo inmenso en la caja de la costura y ella recuperaba cada uno de los refranillos que permanecían aletargados en su memoria.
Acordaron reunirse cada tarde en el jardín de la casa y, mientras las notas musicales atravesaban los visillos de color café y las campánulas se abrían a la nueva temporada, él descubría un mundo inmenso en la caja de la costura y ella recuperaba cada uno de los refranillos que permanecían aletargados en su memoria.
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