Traduciendo los sentimientos

domingo, 25 de enero de 2015

CUENTA ATRÁS

Escondidos, todos los relojes nos espiaban. Ajenos al devenir de sus manecillas, vivimos abrazados un día más.
Ahora han salido de los cajones y sonríen porque durante todo este tiempo han escuchado la melodía y nuestros besos.
Los miro, me miran, se preguntan, me pregunto. No se donde prefieren estar ellos, pero a mi me gusta más prescindir de sus servicios.

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