Me diste un beso en el ombligo y sin pensar me conectaste con un mundo olvidado. Allí tirando, tirando del hilo descubrí mi ser primigenio y me paseé por mis vidas pasadas. A bordo de un barco, en un mar enfurecido una ola arrebató mi cuerpo de tu abrazo y dejamos de ser uno. Pero eso fue en otra vida porque ahora que ya sabemos qué ocurrió, estamos entrelazados como la hiedra a ese roble vigoroso. Tú eres mío y yo soy tuya, susurro a tu oído mientras ajeno a mis sensaciones de amor y miedos infundados, me devuelves al presente con tu amor y con tus besos.
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