...y sentir que mi cuerpo es ingrávido.
Bajo los escalones con entusiasmo para encontrarme con tu sonrisa que me saluda.
Dentro, huele a cocina elaborada y a menta, huele a almizcle, a sándalo y a vela recién encendida, huele, sobre todo, a galleta dulce.
Puedo flotar cuando estás. Puede sentir como mis pies se despegan del suelo y me impulsan a girar, ejecutando una danza en la que mis brazos quieren imitar el vuelo del ave mas grácil y mi cuerpo se eleva por encima de cualquier obstáculo terreno.
En un espacio infinito y sin tiempo mis manos juegan con tu cabello y el mío se enreda en las comisuras de tus labios. Mis piernas rodean tu cintura y con tus brazos me envuelves y me meces. Mi boca se pierde entre los pliegues de tu piel y la tuya, hace tiempo que encontró atajos secretos. Tu mirada se baña en el agua de mis ojos y mis ojos se sumergidos en tu interior, bucean en el manantial del que se abastecen.
En esta odisea espacial, electrizante y sin atmósfera donde inspiramos amor y exhalamos vida, yo soy la energía cuando con tu boca pulsas los entresijos de mi piel y me cubres de besos y tú la transformas en luz cuando en el medio del éxtasis te contagias de mi danza cósmica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario