Traduciendo los sentimientos

miércoles, 15 de abril de 2015

SIEMPRE ULISES

Con los pinceles esparcidos por el suelo espero tu vuelta.
En la mañana dibujo; rosas, verdes, amarillos, rojos y azules salpican mi pelo recogido y mi vestido recatado.
- ¿Es que no terminas aún?- me preguntan impacientes aquellos que me pretenden.
Por la  noche, cubro de blanco el dibujo, dejando impoluto el lienzo. Una túnica cálida y transparente se ciñe a mi cuerpo y mi cabello se libera por fin de los pasadores que lo sujetaban. Es a esa hora que pinto lo que verdaderamente deseo, en la intimidad de nuestra alcoba.
Para cuando vuelvas, Ulises, tengo mil y un lienzos escondidos en rincones insólitos de nuestra casa. Hoy pinté un paisaje de lluvia y de vida.
¡Dónde estarás Ulises! ¿Qué batalla estarás librando?¿En qué temporal te habrás metido?
 Cuánto daría por saber la hora en que la aldaba retumbe sobre la puerta y aparezcas para liberarme.

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