Rueda la vida como la pescadilla que se muerde la cola. Gira la música alrededor de mi cuerpo y bailando conmigo me envuelve. Cuando escucho esta canción aparto todo lo que tengo a mano y vibro y giro con ella, indefinidamente, hipnotizada por sus notas y por lo que significan. No necesito abrir los ojos para danzar. No hace falta que los abra para verte. Extiendo los brazos y sobrevuelo la Tierra que es lo mismo que abrazarte en la tarde callada. Despego mis pies del suelo para encontrarte y una corte de nubes me ayudan a elevarme.
Rueda la vida y giro incansable contra viento y marea. La sal ha cubierto mis labios de una fina película blanquecina y sabrosa. La espuma del mar se ha enredado en mis tobillos. Mi pelo inquieto pretende enredarse en tu cuello.
Rueda la vida. Giran las manecillas del reloj. Has llegado.
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