Traduciendo los sentimientos

jueves, 28 de junio de 2012

MUSAS DISTRAÍDAS

Como hace calor no duermo, escribo.
Como las musas están distraídas, pienso.
Como al pensar sueño, vuelo.
Como al volar puedo tocarte, beso.
Como al besar soy feliz, río.
Como al reír crezco, canto.
Como al cantar vibro, bailo.
Como al bailar me acerco a ti, amo.
Como al amar palpita mi corazón, vivo.
 Dormida o despierta, con calor y frío, 
 vuelo, amo, río, canto, bailo, beso, VIVO.

AMIGAS

Llegó y la vio. Ordenaba unos papeles y se atusaba el pelo. Rápidamente y con una sonrisa en los labios dejó su actividad meticulosa y se dirigió a ella para ofrecerle su apoyo y su ayuda.
Cada día hablaban un poco, nada especial, cosas del trabajo. 
Le llamó la atención su sinceridad que rayaba en la impertinencia cuando no veía las cosas muy claras.
Muy pocas personas son capaces de expresar lo que quieren de una manera tan clara y rotunda.
Observó también que alrededor, algunas miradas le hacían una radiografía de pies a cabeza y callaban.
El tiempo pasó y los lazos se estrecharon: tardes de paseos por la playa o los caminos. Tardes de helado y conversación.
No era ella persona de abrazar espontáneamente, sin embargo, sus gestos, sus acciones, proclamaban a los cuatro vientos sus emociones.
Su trabajo impecable y su mirada crítica, sus ojos, su ironía y sus mechas tricolor, la acompañarían para siempre.
Da igual que en el sendero de la vida haya encrucijadas que separen a las personas, al final y de forma inesperada alguien anuda en el momento justo y se produce el reencuentro.

martes, 26 de junio de 2012

Uγεία DEMOSTENES


Por la mañana volverás a ser tú ¡Qué digo mañana! ahora, en un rato, mientras contemplas la belleza de un cabello largo y sedoso, mientras te miras en sus ojos, mientras te sonríe su boca. En un rato, volverás a ser tú.
Es una cosa que no se puede enseñar porque hay que aprenderla en el camino. La vida, sus avatares, sus reveses y desencuentros, no se pueden enseñar y aunque se pudiera ¿cómo pararse en eso habiendo cosas más bellas que mostrar?
Todo en su momento Demóstenes, aquí estamos, como siempre y ya ves, aprendiendo porque nunca uno sabe demasiado y no es bueno pensar que venimos de vuelta.
Sabes caminar y tienes la llave. Sólo tienes que encontrar la cerradura, abrir y entrar.

INJUSTICIAS VARIAS

Cuando vi los libros de texto apilados sobre la mesa esperando a sus nuevos dueños sentí un extraño desasosiego al pensar que caerían en manos diversas. Tal vez, ojalá, fueran tratados con mimo y acariciados cada tarde mientras en la cocina olía a tomate recién hecho. Estaría muy bien que ocuparan un sitio preferente en la casa teniendo la oportunidad de mostrar toda aquella sabiduría contenida en sus páginas,
Me dio por pensar en que en algunos lugares de la Tierra, donde los niños son esclavos de los hombres, allí donde son vendidos a un circo por unas monedas, donde después de ser despojados de su dignidad son abandonados a su suerte, me dio por pensar, decía, que nunca podrían percibir el olor a papel de un libro nuevo, ese olor que me trae al recuerdo la imagen de las tardes de otoño, alfombradas de hojas y de sol. Mis hermanos y yo camino de la Imprenta Elena, atravesando el puente sobre el río Albarregas. Que olor más delicioso, a lápices con la punta afilada y a gomas de nata.
No quiero pensar que esos libros apilados puedan llegar a casas donde no sean bien recibidos, donde se arrinconen y se cubran de polvo, donde nadie piense en saber qué guardan.
Se me parte el alma si pienso, que hay lugares en la Tierra, en el siglo veintiuno, donde unos hombres esclavizan a otros y los privan de la libertad y el conocimiento.




domingo, 24 de junio de 2012

MENSAJES OCULTOS

Llegó vestida de blanco impoluto, unos zapatos de esparto con motivos anaranjados y una flor del mismo color en el pelo. Parecía que se había arreglado para la fiesta pero en realidad lo había hecho pensando que sonaría el timbre alrededor de las nueve y media que llegaría él y que todo lo iluminaría con su sonrisa, que su pelo se despeinaría con el movimiento ágil de su cuerpo y que la abrazaría y besaría mientras ella se acurrucaba en su piel.
En repetidas ocasiones, ante el diálogo animado de los asistentes, sus ojos se abrieron interesados pero no estaba pendiente de la conversación, lo que en realidad miraba era el reflejo de la luna en el agua de la piscina, esa luna en forma de hamaca donde repetidas veces habían dormido ovillados. 
Le ofrecieron una copa y mientras sorbía se le llenó la boca de los labios de él, afrutados e indómitos.
Los invitados abandonaron sus sillas para bailar al ritmo de una pieza y la miraron por si quería acompañarlos, ella  asintió y sin embargo, se quedó sentada y mientras una pierna se balanceaba sobre otra, se iban sucediendo ante sus ojos, una tras otra, las imágenes de sus tardes, anudados y cómplices.
Un gato atravesó el jardín y se colocó al lado de la radio. Mientras se ponían de acuerdo sobre la forma en la que había entrado en la casa, ella abandonó el lugar y se perdió en la noche.
Una noticia curiosa salió al día siguiente en la prensa digital.
Al principio creyeron que se trataba de una enorme y cercana estrella fugaz, la que surcó el firmamento, sin embargo, les despistó el hecho de que el cielo se rasgara de blanco y una nube de color dorado fuera a la cabecera. Les desorientó aún más que cayera sobre un edificio y entrara fulminante por la ventana de una vivienda, sin dejar rastro, sin provocar fuego.
El incendio lo vivieron ellos al trenzar su piel en tanto que el universo se preparaba para dormir.
Mientras, en el lugar donde se celebraba la fiesta seguían preguntándose si habría relación entre la aparición del gato y la ausencia de la nostálgica invitada.

martes, 19 de junio de 2012

CON LA CASA A CUESTAS

Como los caracoles voy por la vida, con la casa a cuestas. La lleno de ternura. Las cosas materiales pesan demasiado. La lleno de sonrisas. Las cosas materiales nunca me dieron la satisfacción. La lleno de vivencias y recuerdos. No quiero más que ir por la vida como un caracol, despacito y eso si, ligera de equipaje.

domingo, 17 de junio de 2012

EN CLASE

Todos los días se levantaba pensando que este día también iba a ser malo, un día como todos, sin alicientes, sin resultados positivos. Todos los días se acostaba pensando que el día había sido como todos, sin alicientes, sin resultados positivos. Lo peor es que no hacía nada por remediarlo, no creía que dependiera de ella.
Todos los días se levantaba pensando que sería el primer día de su vida, el mejor, el de las nuevas expectativas. Todos los días se acostaba pensando que había estado muy bien pero que el día siguiente sería aún mejor.
Esa era la diferencia y aunque no lo expresaran en alta voz, el gesto lo decía todo de ellas.
Todos los días se acostaba pensando que quizá la mañana siguiente encontrara los dos rostros iguales, relajados y sonrientes, sería la señal de que una de ellas, por fin, había comprendido que tenía que poner de su parte para cargar de ilusión los días.

CUANDO TE VAS

Caía el sol sobre la fachada cuando la casa se quedó totalmente sorda. Ni siquiera Güendolin en versión flamenca fue suficiente para romper el silencio.
Los besos estaban, las caricias, las risas y la paz también, pero tu voz sólo sonaba en mi corazón.

martes, 12 de junio de 2012

FRENTE A FRENTE

Iba yo, como cada tarde, paseando con mi perro Taburete cuando me percaté después de él, que para eso tiene un instinto básico admirable, de que un gato estaba sentado en una puerta en la cera frente a la que paseábamos.
Qué calor hacía y cómo tiraba Taburete de la correa, yo ya me estaba hartando un poco porque este perro no tiene freno y yo ya no estoy para trotes.
Cuando lo vi, acelerado, con la lengua que parecía una babucha moruna y el pelo del lomo erizado ya me olí el desenlace.
Quieto, quieto, le dije con la voz templada y recortando la distancia entre mi mano y su cuello. El gato, el puñetero, parecía que se estaba riendo de la situación, riéndose de mi perro, con lo "echao palante" que es él.
Quieto bonito, quieto, y cuanto más me empleaba en mantenerlo tranquilo, más se relamía el gato, yo diría que se relamía con codicia pero ¿no es este un sentimiento humano?
Tanto tiró Taburete que acabó partiendo la correa justo por donde se cerraba y ajustaba la hebilla, casi me caigo para atrás al liberarme de los doce kilos del can.
No se me ocurrió más que taparme los ojos como cuando veía una película de miedo, con los dedos entreabiertos, para no perder detalle.
El gato salto como si fuera un ninja y desapareció por unos segundos para reaparecer de nuevo sobre el lomo de mi perrito. Ay, si parece que me arañaba a mi la espalda, que desgarro sentí en mi interior al ver como Taburete chillaba de dolor. No contento aún el gato, volvió a hacer una pirueta que parecía ensayada y fue a colocarse delante, arañándole el hocico de lunares. A punto estuvo de sacarle un ojo.
No se como fue pero un huracán de juventud salió de mi cuerpo y me vi situada entre el perro y el gato, con los brazos en jarra sobre las caderas en un ademán de ahuyentar al minino, que hacía caso omiso a mi gesto. Quiso Dios que mi alergia primaveral se hiciera patente en ese mismo instante. La nariz empezó a crecer, o esa era mi sensación y los ojos me picaban como si hubiese cambiado el colirio por wasabi...
ah ah ah attttchissss.
Cuando abrí los ojos de nuevo el gato no estaba. Taburete estaba ausente, con la vista perdida. Miré en la dirección que sus ojos me indican y allí, sobre la luna, estaba el gato con cara de poker, La cola colgando por un lado y la cabeza entre las patas.
Nunca pensé en hacerle daño al animal pero el estornudo fue providencial. Taburete saldó la tarde con el lomo sangrante en tres puntos y un párpado rajado.
Tranquilízate bonito, mañana no iremos por el mismo sitio que no voy a permitir que un gato se ría de ti ¡Cómo han cambiado las cosas!

lunes, 11 de junio de 2012

TENEMOS TODA LA VIDA


Tú cumpliste siete años y reías incansable.
Tú encontraste un charquito donde pasar las horas viendo las ondas que hacía el agua cuando la agitabas con un palo.
Tú jugaste incansablemente al fútbol, hasta el punto de perder una camiseta, no se sabe en qué lugar del césped.
Había una exposición de coches antiguos el día que llegamos y todo era verde y precioso, los olivos milenarios parecían casitas de gnomos y llovía a ratos. Era abril.
Un rebaño de ovejas rompía la linealidad de la tarde y llenaba de encanto el camino adyacente.
La chimenea ardiendo en las tardes contribuyó a incrementar el calor de los lazos afectivos y los cuadernos en blanco se llenaron de trazos Alpino.
Tenemos toda la vida para seguir danzando al rimo del amor, no dejéis de venir, no dejéis de sonreíros y apoyaros como entonces.

INQUIETUD

Un día extraño como no recordaba. Una inquietud en la madrugada y un despertar absolutamente dormido, si es que es acertada esta expresión. Las extremidades abotargadas y los ojos pegajosos, la boca reseca y el corazón en alerta.
En la ducha el agua cayendo insistentemente sobre el cuello dolorido, olvidando que el resto del cuerpo existe.
En el espejo, su rostro dice que está despierta, la piel luminosa y los ojos brillantes lo corroboran. Es increíble mirarse en el espejo y ver una imagen que no se corresponde con lo que siente, como si se viese desde fuera, como si fuese otra.
Ha pasado el día, como todos, dirán todos, pero no, como todos no. Había y hay una inquietud interna y un miedo infundado. Los pajarillos no cantan en la tarde ni sobrevuelan su cabeza y el viento agita con violencia los árboles.
¿Es el viento de poniente o es que su corazón se queja?

jueves, 7 de junio de 2012

AMOR ESTIVAL EN PRIMAVERA

Detrás del visillo que mece el aire, despierta la calle de su letargo estival.
El calendario dice que aún no es verano pero la piel transpira como si lo fuera.
Me recogería el pelo para sentir la brisa en el cuello, sin embargo, me gusta tanto que tus dedos se pierdan en él, que aquí está, enmarañado y rebelde.
Báñame en la cascada de tu ombligo y hazme un vestido de burbujas transparentes. Anuda con tus dedos mis tobillos y abraza mi cintura con tu cuerpo. Riega mis poros con tus besos de agua y haz brotar los frutos de todas las estaciones.

EL DÍA MÁS FELIZ

Ayer le preguntaron a alguien, no se a quién pero da igual : ¿cual ha sido el día más feliz de tu vida?
Una pregunta retórica y un típico tópico donde los haya.
Imaginé que el que cuestionaba esperaba escuchar algo así como: el día de mi boda, el día que nació mi bebé, el día que dijo la primera palabra, el día que me que terminé la mili, el día me doctoré, el día que encontré un trabajo, el día que cumplí dieciséis... y un largo etcétera de, los también, típicos tópicos.
Me imaginé en una décima de segundo que el cuestionado en vez de decir uno de esos supuestos dichosos, dijera: el día que juré bandera, el día que me divorcié, el día que supe que no iba a tener hijos o el día en que me despidieron del trabajo.
Sonreí maliciosamente para mis adentros y luego llegó la voz del interpelado que no defraudó al encuestador y relató con todo lujo de detalles uno de los tan esperados momentos.
Me di cuenta en el transcurso de la narración de los hechos, que nadie le escuchaba, observé que cada uno estaba pensando en qué diría si le hicieran tan íntima pregunta. Luego perdí la noción del espacio y del tiempo y me enfrasqué en mi propio día feliz. Ante mi surgieron una cantidad importante de momentos felices y preciosos pero resumí que ningún día podía alcanzar tal categoría, sobre todo porque los días tienen tantas horas que cuando , en un segundo, te hallas en la felicidad más absoluta y quieres que se eternice, el mero hecho de pensarlo ya le está restando luminosidad al momento.
Concluí, como ya lo he hecho otras veces en este blog, que somos tan desagradecidos, que sin acabar de disfrutar del momento genuínamente especial y feliz, ya estamos pensando en el inmediatamente posterior por lo cual, no podría contestar nunca que día fue el más feliz de mi vida,sobre todo porque creo, que aunque muchos minutos de mi vida han estado plagados de paz y alegría (esa es mi definición de la felicidad) el día, más bien, el momento más feliz, aún está por llegar.

martes, 5 de junio de 2012

¿ES POSIBLE CAMBIAR LA HISTORIA?

Solo es posible cambiar la historia de una forma, la manera es darnos cuenta de que somos una parte más de este entramado espectacular que es el universo. Si de una vez por todas fuésemos conscientes de que no somos el centro si no una especie más, junto con las algas, los árboles, las vacas y los hongos, si dejáramos de considerásemos los únicos e insustituibles, si utilizáramos nuestro cerebro para trabajar en pro de la verdad y  la comunión entre hermanos (hermano perro, hermano olivo, hermano hombre) , si no es de esta forma, la historia se repetirá una y otra vez y los hombres, los seres más torpes del planeta, acabaremos con los recursos que durante años nos han permitido la supervivencia. Luego habrá que gritar: el hombre se extinguió a si mismo... y no podremos si no reír con tristeza desde los espacios siderales en los que estaremos vagando en forma de motas de polvo.

EL CONCIERTO DE LA REINA (The Queen’s Diamond Jubilee)

Una tarde más con mi amiga, la radio. No me gusta la televisión, bueno, para no mentir la pongo cuando aparece una de esas tardes tontas en la que los minutos se eternizan, entonces la pongo, la tele, para ver imágenes en movimiento, aunque lo suelen decir no tiene nada que ver con lo que a mi me preocupa,me inquieta, me pone nerviosa, me hace feliz o me incita a bailar. Lo que se cuece en la televisión y lo que se cuece en mi cerebro no son, la mayoría de las veces, compatibles.

Hoy, es buena señal, la radio suena. No me acordaba de que estos días anunciaron a bombo y platillo el concierto en honor a la reina británica.
Gary Barlow ha compuesto un himno para celebrar este evento, el tema "Sing" ha sido grabado por doscientas personas de todos los países de la Commonwealth.
Doce mil personas completaban el aforo, diez mil de las cuales habían conseguido su entrada en un sorteo ¡Bonito gesto!

Shirley Bassey, Jessie J. JLS. Elton John, Tom Jones, Annie Lennox, Paul McCartney, Kylie Minogue, Cliff Richard, Madness, Roby Williams...y alguno más que habré olvidado.

Una gozada de concierto. No tengo nada en contra de la música actual, que cada cosa tiene su tiempo y su época pero desde luego, las voces, los instrumentos, las melodías, la pulcritud en el trabajo, el dinamismo, los cambios de registro... ¡Genial!
No he podido ver a las personas, lógicamente, pero estamos hablando de una capacidad de renovación y un derroche de energía en personas que si no hago mal las cuentas han superado, en la mayoría de los casos, la edad de la jubilación.
Ahora mismo anuncian a Sir Paul McCartney que cierra el concierto pidiendo calma y orden a la salida y entona, con su guitarra a cuestas  y junto a todos los artistas participantes, la emblemática canción  Obladi Oblada.
Nunca he sido yo una mujer de lujos y ostentosidades pero para ser sincera esta noche me hubiera gustado ser la Reina de Inglaterra pero... con meno años... de reinado. Mientras digo esto hago un guiño a la vida y sonrío, porque como siempre digo: aún queda la música y Cold Play que no ha podido estar, suena en palacio, y su famosa canción "Viva la vida" me llega desde ese lugar e inunda con sus notas de esperanza la habitación en la que me encuentro. La calle está en silencio y la lámpara solo ilumina el rincón en el que me hallo, sin embargo, puedo ver como cientos de guirnaldas de flores bajan desde el cielo, a medida que caen van dejando un perfume a azahar y jazmín y unas gotas de rocío llegan hasta mi rostro ¿o son lágrimas? es imposible no estremecerse con tanta música bella, imposible no girar,  difícil mantenerse los pies en el suelo y no elevarse y perderse entre las notas.

Un apunte para terminar. Nunca pensé que la canción Delilah de Tom Jones relatara una historia truculenta, de violencia de género. Es curioso como la música y el desconocimiento del lenguaje hacen trabajar la imaginación de tal modo que cuando escuchas estas cosas, dices: eso no puede estar referido a la Delilah que yo conozco, será otra...

domingo, 3 de junio de 2012

SIN PALABRAS


Llegó el domingo por la tarde y el silencio se apoderó de la estancia.
Si mi voz enmudeciera para siempre y estos muros recogieran el amor que desprendemos, si pudieran luego emitirlo en forma de ondas sonoras, en el universo nunca faltaría la música.
Tal vez eso ocurra de una forma imperceptible a nuestros humanos sentidos y por eso el aire agita las nubes y los árboles se estremecen a su paso. Tal vez sea esa melodía la que transporta el polen y hace germinar las semillas. A lo mejor es ella la que hace que la luna gire incansable, provocando con su ímpetu las mareas.
Aunque el silencio se haya hecho grande en esta tarde, la música del universo nos unirá de nuevo fusionando nuestras almas amantes.