Traduciendo los sentimientos

miércoles, 19 de diciembre de 2012

AZULES Y ROSAS

Según me acercaba a casa, allí donde dos picos montañosos están unidos por una suave curva, el cielo empezó a brotar de entre la niebla que hasta ahora me había acompañado.
La paleta de color se limitaba al rosa y al azul pero mezclados de tal modo y difuminados con tanta esquisitez que ellos solos se bastaban. La naturaleza terrena se encargó del resto: El suelo vestido de los verdes de las olivas y las lechugas y la tierra oscura y fértil. El naranja de un sol adormilado que se despedía lentamente puso el broche de oro al final del trayecto.
Antes de que el sol se despidiera, hice lo propio con la bruma que quedó atrás y sonreí saludando a lo que esta por venir.
Un cielo cuajado de estrellas se asoma ahora por mi ventana y me mira. ¡Qué raro, siempre había sido al contrario!
He podido ver como el lucero me hacía una seña recordándome que el tiempo de compartir está muy próximo y que le debo una visita. Le he sonreído, claro, como no sonreír ante tanta grandeza.
A cambio le he dado mi palabra de enjugar, cada noche, mis ojos en su belleza.

lunes, 17 de diciembre de 2012

UN ÁRBOL DE NAVIDAD

Teníamos un árbol de Navidad que era un pino, gigante y vivo. Le colgué bolas de todos los colores y tamaños y sus luces se iluminaban como vuestra sonrisa.
Era una crueldad cortar un ser vivo para lucirlo en la casa y luego, dejarlo morir en el contenedor más próximo. Antes de eso, se quedaba en casa, sin adornos, muchos, muchos días. Lo regaba, lo mimaba pero al final, sus acículas acababan cayendo una tras una y se amontonaban en el recogedor, secas, sin vida.
Tuvimos otro árbol, de tamaño mediano, sintético y de un verde reluciente. Coqueto como no hubo dos. Lo adorné con lacitos en tonos rojizos y dorados y manzanas brillantes, de esas a las que dan ganas de dar un mordisco. De las que la bruja ofreció a Blancanieves.
Una gran estrella coronaba su cima y un  niño Jesús dormido en una cáscara de nuez recordaban el hecho por el que estar felices.
Más tarde, el rincón cambió, el decorado cambió, las risas cambiaron y las miradas se hicieron mayores, quizá se hicieron mayores precipitadamente, no lo sé.
Tuve otro árbol, se montaba en tres partes diferentes, un armatoste. Lo llené de bolas doradas y cintas rojas. De bolas rojas y cintas doradas y siempre, siempre, siempre, unos enanitos se dejaban ver por entre las acículas artificiales. Permanecían el Niño Jesús en su nuez y la Estrella guía.
Las luces, al encenderse y apagarse, me traían la risa de otros tiempos y lejos de alegrarme, la nostalgia me invadió.
Hoy, vuelvo a estrenar árbol. Lo disfrutaremos en directo o en fotografías. Estará impreso de todas las vivencias y se encenderá cada vez que os de, que me deis un beso.

sábado, 15 de diciembre de 2012

UN PLAN PARA VIVIR

Tengo un plan de plastilina, porque en los tiempos que corren, planes de otro material no se pueden hacer. El papel del dinero es casi inaccesible y de color desvaído.
Tengo un plan, de plastilina en la forma pero sólido en el fondo. Podrán las circunstancias doblarlo y hasta quebrarlo si ponen tanto empeño, pero ahí está la magia de mi plan, siempre podré reconstruirlo, convirtiéndose, con los obstáculos, en uno más sólido y desinteresado.
Aprenderé las fórmulas para hacerlo resistente. Pensaré en la forma de mantener su valor, y mientras duermo soñaré en la manera de que ningún "lobo" venga, con sus soplidos, a probar su estabilidad.
Tengo un plan de plastilina que me hace vivir cada día porque lejos de ser rígido se adapta a la necesidad de las horas.
Es mi plan. Me gusta su color y su estilo. Tiene carisma y tiene título. No es un plan a fondo perdido y lo podré rescatar cuando quiera. Mi plan está muy vivo y lleno de sueños. Lo cuido con esmero y lo alimento cada día. Se llama amor y puede tener todas las formas que yo quiero, que para eso lo moldeo cada día.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

ETERNA PRIMAVERA

Sé mi amor ahora que las estrellas nos miran.
Sé mi amor en la mañana,
cuando asome el primer rayo
y salude a la boria, despidiéndola.
Sé mi amor en esta vida en que,
girando al son de una melodía,
nos reunió el universo.
Sé mi amor aunque se caigan las hojas
y el suelo se cubra de escarcha.
Sé mi amor y embriágame con tus besos,
para que el invierno se quede en el calendario,
para que en nuestros ojos
viva eternamente la primavera.

AMALIA

Llegó y el mar de cristal se estremeció con su risa. Cada roca quiso acariciar sus pies. Cada gota luchó por salpicar su pelo leonado. Cada rayo de sol se empleó ardientemente en calentar su cuerpo. Cada grano de arena quiso ser transportado en sus bolsillos. Como en un espejo, inmenso y calmo, ella se miró y se encontró. Feliz y generosa. Como siempre fue, como es.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

QUE SE CUMPLA LA PROFECÍA

Quizá el cambio que vaticinaban los Mayas con sus predicciones, no tiene nada que ver con el fin del mundo tal y como lo entienden los catastrofistas, tal vez lo que debe ocurrir y tendría que ser ya, pronto, enseguida, es un cambio de pensamiento... debe venir un reino en el que el sufrimiento sea abolido, un mundo totalmente redimido, un mundo de seres humanos salvados, que conviven bajo el imperio de la PAZ y en ausencia de toda relación amo-esclavo.
¿Es ese el Reino de Dios?
Qué importa el nombre cuando el fin es tan bello.
Yo quiero ese cambio, sin violencia, sin armas, sin sangre.
Quiero un cambio de conciencia y el amor para llevarlo a la práctica
¿Lo quieres tú?
Medita para que así sea si de verdad lo quieres.


martes, 4 de diciembre de 2012

QUIÉREME

.
Sólo tengo que escuchar mi corazón,
para saber cuánto me quieres
y en las horas muertas de la tarde,
estalla tu ausencia en mi piel
 que se esconde del espejo
y desea ardientemente tu abrazo.
Enséñame cuánto me quieres con tus gestos,
anúncialo con tus besos y
recítalo con tus palabras porque
con tu voz se estremecen mis sentidos
y se inundan con su eco los meandros de mi alma.
Quiéreme en silencio y con sonido
porque el amor se nutre con el agua de todas las fuentes.

ESPERANDO


Déjame abrir al viento las ventanas
por si pudiera oír el eco de tu voz
tan próxima y lejana, 
por si pudiera ver tu silueta entre la espesa niebla
por si oyera tus pasos acercarse.
No importa que empañe los cristales
el vaho de tu aliento, los limpiaré mil veces si es preciso.
Se apagará mi voz, se obstruirá mi oído,
se poblará de hierba mi garganta
y todo será caos
si no has venido.
                                 Manuel Martínez 



domingo, 2 de diciembre de 2012

SOL DE OTOÑO

Estás aquí, sentado, concentrado. Los ojos cerrados. El péndulo gira con denuedo diciéndote que todo está bien. Sonríes. La música suena y giro contagiada y se que todo está bien. Sonrío.
Nos miramos y la mirada nos une y la sonrisa nos enlaza. Giramos juntos y sabemos que todo está bien, en nuestro corazón.
Fuera el frío arrecia, el de noviembre y el impuesto por la situación.
Por un momento nos detenemos, doliéndonos de lo que ocurre fuera porque también es nuestra vida.
Nos dormimos, abrazados. El péndulo yace quieto en su guarida amatista y la música en un hilo de voz arrulla nuestro sueño con la promesa de un mañana infinito.