Traduciendo los sentimientos

martes, 30 de noviembre de 2010

El hombre...esa especie siempre insatisfecha

Me levanté y llovía tanto que casi decido quedarme en la cama para todo el día, menos mal que una voz me susurró: hoy es el primer día del resto de tu vida y no lo volverás a repetir.
Lancé una exclamación que no voy a repetir aquí y me levanté de un salto. Realmente me sacudió por dentro esta frase, tanto, que decidí aprovechar muy bien el día y no porque fuera a hacer cosas especiales, aprovechar el día en el sentido más estricto de la palabra. Pensé que para eso debería ponerme mi mejor sonrisa y salir a la calle y mira por donde que los segundos, los minutos y las horas se pusieron de mi parte y todo brilló de una forma especial y seguía lloviendo, la niebla lo cubría todo y el frío arreciaba de una forma extraordinaria, sin embargo, todo brillaba de forma especial.
Por la tarde tuve una conversación con una amiga que no estaba nada animada y pensaba arrojar la toalla en temas de amor. No abriré más la puerta de mi corazón decía y así no tendré que sufrir más.
Lo único que pude responderle fue:
A mi modo de ver tenemos dos opciones
1.- Nos aislamos en un rincon del mundo y de los sentimientos echándonos a morir, y asi no recibimos nunca una negativa y no sufrimos por amor.
2.- Nos lanzamos cuando la situacion lo requiera y podemos gozar y luego, si toca sufrir, al menos antes hemos gozado.
Tal y como tu lo lo pintas te estás inclinando una vez más hacia la primera opción y no creo que eso aliente tu alma.
Creo que siempre te aterrorizas antes de empezar, por miedo a una negativa o a una respuesta desmedida en el sentido nefasto de la expresión... no se, es una percepción que tengo desde hace ya un tiempo... ¡que sepas que todo tenemos miedos!
Por muy bien que nos encontremos en nuestra vida. Si estamos con alguien tenemos miedo de que se acabe, si se acaba, miedo de no encontrar nunca más a nadie, si la encontramos tenemos miedo a que no le gustemos y nos corresponda, si le gustamos y nos corresponde, miedo a que tanta felicidad no sea posible que algo oscuro tiene que haber detrás, si no hay nada detrás, lo buscamos, y de pensarlo una y otra y otra vez acabamos encontrando lo que no había y vuelta a empezar.
Es un rollo pero creo que me darás la razón porque somos un desastre de especie, no se que pintamos en la faz de la tierra porque nuestros mecanismos de supervivencia hacen agua por todas partes y todo el tiempo nos estamos autolesionando en el interior, pobre hipocampo estresado y perdiendo neuronas a toda pastilla, con la mala vida que le damos y luego hay quien pregunta que qué sentido tiene que haya hormigas, o abejas o gusanos, que qué función tienen... ya se te lo digo yo ¿y nosotros, que pintamos nosotros aquí?Vamos a echarle una ojeada al mundo, a ver si la respuesta es satisfactoria.

No hay comentarios: