Traduciendo los sentimientos

lunes, 24 de junio de 2013

NOCHE DE SAN JUAN

Se escuchó en las noticias: 
Una noche mágica. Especial. La noche más corta. La que más sueños genera. La noche en la que todos se bañan para estar sanos todo el año. La noche en la que todos se lavan la cara a media noche para estar guapos todo el año, eso sí, prohibido mirarse al espejo que se rompe el hechizo. La noche de quemar los malos pensamientos y de reivindicar los nuevos deseos. La noche en la que se salta por encima de las hogueras descalzos, intrépidos. La noche en la que la luna se pone sus mejores galas. La noche en la que está prohibido dormir.
Es... la noche, otra noche.
Especial por supuesto, para mi como la de ayer. Especial porque puedo mirar a mi alrededor y ver muchos ojillos brillantes, llenos de luz y de vida. Ojos que amo. Ojos que reconozco. Ojos que me cuentan lo que no dicen. Ojos que me sonríen. Ojos que me aman. Ojos de muchos lugares. Ojos a los que miro y me transmiten las más bellas sensaciones.
Una noche especial y mágica claro que sí. Como la de ayer. Igual de especial que la de mañana. Lo se.

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