Traduciendo los sentimientos

martes, 23 de junio de 2015

NOCHE DE SAN JUAN

Mirábamos a través de la hoguera, queríamos saber qué había detrás de cada llamarada y a donde iban a parar las cenizas de aquellos pensamientos escritos vehementemente sobre papeles sin identidad. Mírábamos a través de la hoguera y podíamos ver, a ratos, el mar que de cuando en cuando se acercaba silenciosamente a la orilla y nos reclamaba. Deseábamos ir para zambullirnos y perdernos en su sal y arrullarnos a la luz de la luna menguante, sin embargo, algo nos detuvo,  las llamas de la hoguera se habían hecho tan grandes que parecían querer engullirnos. Nos miramos frente a frente y arrojamos sobre ella las peores sensaciones y los más ansiados deseos con el fin de apaciguarla.  Entrando en la madrugada, sentimos  calor y sed y fue entonces cuando el
mar nos recibió con los brazos abiertos. Los besos y las olas nos hicieron sus rehenes en esa noche de la que dicen que es la más corta del año...y la más mágica.

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