Traduciendo los sentimientos

lunes, 25 de mayo de 2015

NADA

Eso era lo que había cuando abrió la puerta. Pensó que llamaban y corrió a abrir pero no había nada, ni nadie.
Se fue a dar un baño, quizá eso le refrescara el cerebro y lo pondría al día.
Decididamente el reloj era la peor pesadilla de su vida.

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