Traduciendo los sentimientos

lunes, 10 de febrero de 2014

PENSANDO EN LETRAS

Un gato chino mueve el brazo incansable, el gato de Elena y de Fon. Es tan enérgico y pertinaz como ellos, y se agita tanto que mueve la tabla del mueble y un toc, toc monótono y cansino llena el silencio de la sala.
Fuera, el aire se ha apaciguado.
Dentro, mi corazón también lo está.
Dicen que un corazón en paz ve una fiesta en todas las aldeas. Tendré que responder eso cuando me pregunten que hago aquí.
Duermes, como un niño satisfecho duermes y tu respiración es tan ligera que mis besos pueden trepar por ella en cualquier sentido. Enredada en tu cuerpo casi duermo también. Casi, porque aun me falta darte ese beso que pone el punto y seguido a la noche y cierra el día.
Mañana será más largo el tiempo de los besos. Mañana la materia y el espíritu se acomodarán sobre el colchón de tela de verano. El calor lo pondremos nosotros.

2 comentarios:

Juan M. Sánchez dijo...

Vengo desde ENTC a leer un poco y me he encontrado con relatos interesantes y, para mi gran sorpresa, dibujos deliciosos de una brillante candidez.
Un saludo
JM

cora dijo...

Gracias Juan M. desde hace un año y medio dejo el testimonio de mis momentos en forma de letras y colores.
Me alegro de que te haya gustado.
Yo disfruto mucho haciéndolo.
Buenas noches y gracias de nuevo.