Traduciendo los sentimientos

martes, 29 de julio de 2014

FELIZ CUMPLEAÑOS

No se a ti, pero a mi me sucede que aunque digan que tiempos pasados siempre fueron mejores, yo no tengo esa percepción. Ahí quedó la época adolescente, y tanto no ha llovido, sobre todo porque aquí, para que llueva hay que hacer muchas novenas. Esa época adolescente en la que odias tu pelo, generalmente graso. Esa época en la que no estás a gusto con tu cuerpo y siempre ves que el de las otras es más esbelto. Esa época en que tus hormonas están tan removidas que cuando no es un grano, es una menstruación a destiempo... y luego está el sinvivir, ese sinvivir que produce el que alguien te haga ver que tu le gustas a un chico y cuando por fin te fijas en él y le sacas su aquel, entonces, él ya no está para ti, es más, él dice que nunca se había fijado en ti. En ese momento, una gran nube gris se apropia de tus hormonas, de tu cuerpo y de tu sonrisa, y los días son tristes e interminables.
¡Ah claro!¡ tu eres un chico! Pues mira, tampoco creo que sea muy distinto.
Después de todo, si echas la vista atrás, todo parece tan cercano que puedes recrearte en las imágenes, incluso a veces, las sueñas.
¿Sabes que es lo que más pena me da a mi?
Cuando surgen esas relaciones especiales en las que una de las personas lo da todo y la otra se mantiene callada, inexpresiva y nunca confirma sus sentimientos y de pronto, un día se da cuenta de que por momentos se queda sola y entonces busca, se manifiesta, se expresa, grita para evitarlo, pero entonces ya no hay nada en el otro corazón, se ha secado mientras esperaba esas palabras, esos gestos y se ha vuelto sordo a la voz del que quería.
¿Es triste verdad?
Si queda tanto por sentir ¿por qué mirar el calendario?
Mejor disfrutar el día a día para no tener que lamentarse de que la vida se fue sin darnos cuenta.

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