
En la ducha el agua cayendo insistentemente sobre el cuello dolorido, olvidando que el resto del cuerpo existe.
En el espejo, su rostro dice que está despierta, la piel luminosa y los ojos brillantes lo corroboran. Es increíble mirarse en el espejo y ver una imagen que no se corresponde con lo que siente, como si se viese desde fuera, como si fuese otra.
Ha pasado el día, como todos, dirán todos, pero no, como todos no. Había y hay una inquietud interna y un miedo infundado. Los pajarillos no cantan en la tarde ni sobrevuelan su cabeza y el viento agita con violencia los árboles.
¿Es el viento de poniente o es que su corazón se queja?
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