Traduciendo los sentimientos

lunes, 11 de junio de 2012

TENEMOS TODA LA VIDA


Tú cumpliste siete años y reías incansable.
Tú encontraste un charquito donde pasar las horas viendo las ondas que hacía el agua cuando la agitabas con un palo.
Tú jugaste incansablemente al fútbol, hasta el punto de perder una camiseta, no se sabe en qué lugar del césped.
Había una exposición de coches antiguos el día que llegamos y todo era verde y precioso, los olivos milenarios parecían casitas de gnomos y llovía a ratos. Era abril.
Un rebaño de ovejas rompía la linealidad de la tarde y llenaba de encanto el camino adyacente.
La chimenea ardiendo en las tardes contribuyó a incrementar el calor de los lazos afectivos y los cuadernos en blanco se llenaron de trazos Alpino.
Tenemos toda la vida para seguir danzando al rimo del amor, no dejéis de venir, no dejéis de sonreíros y apoyaros como entonces.

No hay comentarios: