Traduciendo los sentimientos

jueves, 6 de marzo de 2014

SECUENCIA


I

No eran los mismos árboles, algo había cambiado en aquel rectángulo diseñado para jugar. Nunca me había parado a mirar el lugar desde esa perspectiva, y pude ver, sin ser vista, las ventanas desde las que tantas veces me asomé.
Me sentí triste. Me sentí espía sin caso. Di media vuelta y tomé el camino a casa.
Conocí una vez a una anciana atormentada por los recuerdos del pasado, aquellos que durante mucho tiempo estuvieron dormidos en un lugar insondable para los neurólogos y los interpretes de sueños.
Si algún día quiere resurgir en mi,
un recuerdo olvidado, que siempre os tenga como protagonistas, que siempre esté colmado de abrazos.





II

Luego sonó el teléfono y escuché tu voz. La nostalgia dio paso a la luz. Tuvo sentido la montaña nevada, el límite de velocidad, la desnudez de los árboles y la melodía del momento.
Si alguna vez, cuando sea mayor, un recuerdo olvidado quiere venir a perturbar mi sueño, que el recuerdo me recuerde que todo tuvo sentido el día que escuché tu voz por primera vez.

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