Traduciendo los sentimientos

lunes, 14 de mayo de 2012

LLÉVAME BAILANDO HASTA EL FINAL DEL AMOR

Una bocanada de aire fresco entro por mi garganta al mirar el reloj y ver que la hora estaba cerca.
Aspiré el sabor de la tarde y de las losas mojadas del patio y fui a la habitación para vestirme de fiesta, elegí los pendientes de luna y el brillo chicle de labios. Alborotando mi pelo miré mi rostro en el espejo y me vi feliz y guapa, así, preparada para gozar contigo, fui a la cocina y horneé un bizcocho de naranja.
La alerta de final de cocción sonó recordándome que estaban ahí las horas y que el día, aunque a mi no me lo pareciera, seguía su imparable marcha. Sin embargo, para nosotros, el tiempo se detuvo en cuanto la música inundó la noche y las velas titilaron a su compás.
No se puede desear más cuando se contempla la vida recostada sobre un lucero y el lucero, te besa.

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