
Nos reímos, aciertan a decir mientras su voz se quiebra por la felicidad, porque por mucho que busquéis no nos vais a encontrar, porque siempre cometéis el mismo fallo: el ego os mata, creéis que desde esa atalaya que es el cerebro podéis controlar todo lo que sucede en cada ser, en cada órgano, en cada gota minúscula de vida y sin embargo, no os dais cuenta de que nosotros con nuestra "imperfección" recorremos en mucho menos tiempo los ojos de una persona poniendo un brillo especial en ellos, somos capaces a la vez de resbalar por su cuerpo y hacer que su vello se erice, de entreabrir sus labios para que exprese una encantadora y amorosa sonrisa, de enviar colores a su piel resaltando la belleza de lo natural, de acelerar su corazón hasta el punto de detectarse su movimiento en el aletear de una camisa desabotonada, de producir calor en las manos que se estrechan. Mientras pensáis en qué hacer ante determinadas situaciones, mientras barajáis entre varios objetivos a conseguir, nosotros ya estamos actuando ¿impulsivamente? tal vez, pero ¿es que acaso el amor no lo merece?
No hay comentarios:
Publicar un comentario