Correlimos |
Traduciendo los sentimientos
martes, 24 de abril de 2012
NUTRIRSE DE VIDA
Caminé por la arena sabiendo que el agua volvería sobre mis pasos arrastrando, con su impetu, la arena y rellenaría el hueco que dejaron mis pies. Aún sabiéndolo lo hice sin vacilar, poniendo toda mi energía en cada pisada. En algunos momentos me hundí hasta la rodilla y en otros, más que caminar, volaba. Recorrí una y otra vez el sendero para aprender y no errar el camino. Desandé lo recorrido cuando al avanzar me di cuenta de que no había reparado en la belleza de cada guijarro y cada concha aplanada por el tiempo. Sentada sobre la extensa alfombra de cuarzo con la vista en el horizonte, envuelta por el sol y la brisa, sentí en mi cuerpo la sensación que produce la felicidad de ser una criatura viva en un tiempo de bonanza.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario