Hace ahora un mes que bailábamos en el castillo para culminar un bello día de cumpleaños ¿recuerdas? dejamos que los ratones se acostaran y decidimos utilizar la calabaza para hacer una sopa de verduras redondas. Cada día desde entonces hemos danzado al son de los avatares cotidianos, nos hemos acostado temprano para reponer energías, hemos extraído el humor de donde a veces no lo había para dar una chispa renovada a la vida, pero sobre todo, nos hemos besado: en las calles, en la semillería, en el coche y en el ascensor. Nos hemos besado al amanecer, antes de que el despertador nos diga que el día llega con toda su rutinaria retahila de tareas. Nos hemos besado en la sobremesa, para diluir el sopor que da la digestión y estremecernos con la chispa que eriza la piel y nos conmueve; nos hemos besado en la tarde, hoy por ejemplo, en una tarde preciosa de otoño, empañada como estaba por las cosas que a veces suceden y nos hacen ver que la vida es efímera, es por eso tal vez que nos hemos asomado a la naturaleza y allí hemos querido besarnos, contemplando un espléndido cielo salpicado de grises diversos, oscuros, claros e intermedios, en cada gris un blanco, un rosa o ambos y en cada rosa un blanco o un gris. Infinitas rayas horizontales difuminadas en la atmósfera de octubre, cubriendo la cima de la montaña. Cayendo en picado sobre el valle, el sol decía su adiós a un día plagado de inquietud y nosotros lo hemos despedido, como no, con un BESO.
Traduciendo los sentimientos
jueves, 27 de octubre de 2011
BESOS Y MÁS BESOS
Hace ahora un mes que bailábamos en el castillo para culminar un bello día de cumpleaños ¿recuerdas? dejamos que los ratones se acostaran y decidimos utilizar la calabaza para hacer una sopa de verduras redondas. Cada día desde entonces hemos danzado al son de los avatares cotidianos, nos hemos acostado temprano para reponer energías, hemos extraído el humor de donde a veces no lo había para dar una chispa renovada a la vida, pero sobre todo, nos hemos besado: en las calles, en la semillería, en el coche y en el ascensor. Nos hemos besado al amanecer, antes de que el despertador nos diga que el día llega con toda su rutinaria retahila de tareas. Nos hemos besado en la sobremesa, para diluir el sopor que da la digestión y estremecernos con la chispa que eriza la piel y nos conmueve; nos hemos besado en la tarde, hoy por ejemplo, en una tarde preciosa de otoño, empañada como estaba por las cosas que a veces suceden y nos hacen ver que la vida es efímera, es por eso tal vez que nos hemos asomado a la naturaleza y allí hemos querido besarnos, contemplando un espléndido cielo salpicado de grises diversos, oscuros, claros e intermedios, en cada gris un blanco, un rosa o ambos y en cada rosa un blanco o un gris. Infinitas rayas horizontales difuminadas en la atmósfera de octubre, cubriendo la cima de la montaña. Cayendo en picado sobre el valle, el sol decía su adiós a un día plagado de inquietud y nosotros lo hemos despedido, como no, con un BESO.
ALGUIEN DIJO...
...Si llega la inspiración que te coja escribiendo y aquí estoy y estoy muchas veces, la verdad, porque entro y pongo dos palabras y luego me quedo en el limbo y en vista de eso, cierro la página ¿quiere salir realmente de la página? pues sí, eso es.martes, 25 de octubre de 2011
UNA ODA A LA ESPERANZA
Hoy ya no es ayer y han ocurrido cosas que convierten el día en uno bien diferente al anterior pero lejos de entristecerme voy a cantar una oda a la esperanza para que el pijama azul hospitalario se transforme en el de cuadros de franela, para que la luz fluorescente sobre tu cabeza pase a ser de nuevo la lamparita de luz amarilla apenas cubierta con el pañuelo gris con rayas burdeos, para que las sábanas de recio algodón una y mil veces lavadas se cambien en pocos días por las tuyas de algodón suave y perfumado, para que los pasillos blancos recuperen el color del azulejo en el zócalo, para que el sonido de los pasos que se acercan desaparezcan dejándote escuchar la música compuesta por tus aves, para que la comida vuelva a servirse a las dos alrededor de una mesa redonda de mantel casero, para que vuelvas a tu casa restablecido y feliz. Para que nada perturbe tu sueño esta noche, entono esta oda a la esperanza y mientras cierras los ojos, te beso.
LA PRINCESA MARGARITA, LA PRINCESA DE MI INFANCIA
Esto era un rey que tenía
un palacio de diamantes,
una tienda hecha de día
y un rebaño de elefantes,
un kiosko de malaquita,
un gran manto de tisú,
y una gentil princesita,
tan bonita, Margarita,
tan bonita, como tú.
Y siguió camino arriba,
por la luna y más allá;
más lo malo es que ella
iba sin permiso de papá.
Cuando estuvo ya de vuelta
de los parques del Señor,
se miraba toda envuelta
en un dulce resplandor.
Y el rey dijo:
«¿Qué te has hecho?
te he buscado y no te hallé;
y ¿qué tienes en el pecho
que encendido se te ve?».
La princesa no mentía.
Y así, dijo la verdad:
«Fui a cortar la estrella mía
a la azul inmensidad».
Y el rey clama: «¿No te he dicho que el azul no hay que cortar?. ¡Qué locura!, ¡Qué capricho!... El Señor se va a enojar». Y ella dice: «No hubo intento; yo me fui no sé por qué. Por las olas por el viento fui a la estrella y la corté». Y el papá dice enojado: «Un castigo has de tener: vuelve al cielo y lo robado vas ahora a devolver». La princesa se entristece por su dulce flor de luz, cuando entonces aparece sonriendo el Buen Jesús. Y así dice: «En mis campiñas esa rosa le ofrecí; son mis flores de las niñas que al soñar piensan en mí». Viste el rey pompas brillantes, y luego hace desfilar cuatrocientos elefantes a la orilla de la mar.

La princesita está bella, pues ya tiene el prendedor en que lucen, con la estrella, verso, perla, pluma y flor. * * * Margarita, está linda la mar, y el viento lleva esencia sutil de azahar: tu aliento. Ya que lejos de mí vas a estar, guarda, niña, un gentil pensamiento al que un día te quiso contar un cuento.
RUBÉN DARÍO
sábado, 22 de octubre de 2011
SIEMPRE LO SUPE
Tendríais que haber venido a comer más días. Mañana es sábado y no haré patatas fritas con filetes, no es el plato que a mi más me guste y vosotros, ahora no estáis.viernes, 21 de octubre de 2011
CON LOS OJOS DEL CORAZÓN ( Homenaje a Benedetti)
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes pero cuando estoy lejos de las personas que amo, puedo ver sus rostros a través de los ojos del corazón. Tal vez sean ojos daltónicos y confundan las escalas de verdes, azules o rojos, quizá sean cortos de vista o estrábicos, a lo mejor no tienen unas bellas y espesas pestañas y pueden no aparecer enmarcados por unas cejas con personalidad, no sé si les ha pasado a ustedes pero yo siento cada día que los ojos del corazón son lo que abarcan un horizonte más amplio.lunes, 17 de octubre de 2011
LA FUSIÓN DE LAS ALMAS
Se escapó del cuadro una flor de color rosa intenso y suspendida en el aire, recorrió toda la casa. Al verla atravesar los espacios con tanta facilidad dudé si se trataba de una pincelada o de un ser vivo y alado. A través de la ventana el sol brillaba tenue por encima de los tejados ocres y desgastados y el gallo de la casa de enfrente empezaba a ensayar para su concierto matutino. Miré las plantas que reposaban sobre el alfeizar y curiosamente aquella flor de gitanilla, tenía el mismo color fucsia que la pincelada huida que yacía en ese instante, sobre la tela estampada con círculos pasteles del sofá. Me acerqué sigilosamente para identificar sus rasgos, para saber si era una flor completa, si sólo era un pétalo o si como empezaba a pensar se trataba de un ser vivo alado de color idéntico al de aquellas flores que mi padre pintara sobre el basto lienzo. miércoles, 12 de octubre de 2011
SER, ESTAR
Siempre que la necesites la encontrarás, a veces innecesariamente preocupada por todos, haciendo cábalas sobre cómo estará éste o aquella, organizando una cena de Navidad o estudiando el calendario de las fechas en las que hay que visitar a los especialistas, sean suyos o de sus seres queridos. domingo, 9 de octubre de 2011
ANTES DE DORMIR
Antes de irse a dormir ella cogía una silla de color rosa tipo sillón pero en miniatura y se la llevaba al cuarto de ellos para escuchar el último cuento del día, a veces se revelaba y quería que fuesen ellos dos los que se desplazasen hasta su cuarto, después de mucho tira y afloja consentía, pudiendo entonces comenzar la narración. Antes de eso ya habían jugado lo suyo sentados sobre aquel trozo de tela gigante que aún vive conmigo. Los click de famobil y los pin y pon, los potatos y los coches, el elefante sonoro y el hipopótamo de Dodot, los tapones de colores de los frascos de gel y champú, los pequeños pony de cola rosa-azulada, las cazuelitas, las muñecas, los animales de todo a cien, las canicas, las chapas y los cromos. Con todo querían jugar y a veces con nada jugaban. Durante un tiempo recogía una partida de ellos y al cabo de un mes sacaba la bolsa como si del día de Reyes se tratase ¡qué algarabía! ¡qué derroche de interés por lo que de pronto recobraba la novedad del primer día!COLMADOS DE AMOR
Está la luna a punto de estallar de blancura, el cielo rebosante de estrellas, descansando, eso sí, después de la ajetreada noche anterior, cansadas de tanta expectación que provocaron y de tanto telescopio apuntando a su universo. Están las calles repletas de silencio, la estancia llena de música y aroma a sándalo... y mis oídos... desbordados de tus palabras no dichas, mi piel henchida de tus caricias y mis ojos salpicados del color de los tuyos. viernes, 7 de octubre de 2011
AFECTOS
Que no le tenían afecto, dijeron que era el problema, que era como un perrillo apaleado y no se fiaba de nadie. La verdad es que en la mirada tenía un cierto vacío de luz y estaba tan delgado como un galgo abandonado a su suerte. Famélico, con la piel cetrina directamente sobre el hueso y el pelo escaso. Sólo tenía doce años.miércoles, 5 de octubre de 2011
ESPUMA DE MAR
lunes, 3 de octubre de 2011
DE CORAZÓN A CORAZÓN
Después de muchos intentos por conservar el suyo decidieron que la mejor solución a sus problemas sería un trasplante. Aquello sonó duro, contundente y casi cruel pero como todo se suaviza con los días, la noticia dejó de ser inquietante para convertirse en una puerta a la esperanza. No había que darle más vueltas y por eso, aquella mañana recibió un corazón nuevo, rojo y lleno de vida. Sobrevoló vertiginosamente los océanos para llegar intacto y a tiempo.