Traduciendo los sentimientos

lunes, 1 de abril de 2013

QUÉDATE

Como la piel entretejida por tus besos ocupé la silla de diario.
Las notas de un piano no ahogan
el silencio, pero lo mitigan. Escucho tu corazón, duermes y yo, despierta, escucho mi cuerpo que marca una hora diferente de la que dicta el reloj. Estrecho con el pensamiento la distancia y me acuesto a tu lado, me acoplo en el hueco en el que me acoges y cierro los ojos.
Extiendes tu brazo rodeando mi cintura, me arrimo un poco más a ti y me besas, dormido, me besas.
Te quiero, susurro, y crees que lo sueñas.

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